Yo soy una zen-ñora

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Terminado el libro, la ñora cerró los ojos. Inhaló y exhaló varias veces repitiendo la última frase como un mantra milagroso, hasta que su consciencia elevó el concepto al nivel espiritual asignado para ese rayo de luz reveladora.

La ñora pensó que Osho le había mostrado el camino a la iluminación.

Siguiendo las indicaciones de su gurú de cabecera, la ñora inicia su transformación espiritual renovando su guardarropa.

Horas después, regresa del centro comercial con varias bolsas de ropa deportiva ligera, obvio de color blanco para no bloquear las buenas vibras, dos cajas de té verde de Starbucks, y enormes botes de suplementos alimenticios para compensar su nueva dieta vegetariana.

Al día siguiente, la ñora se va al club estrenando su outfit espiritual.

Olvidó el pedicure (no puede ir con esos pies al yoga) así que llega directo al spa, donde se encuentra a Clarita, su amiga maratonista,  limándose los callos. No quiere criticar para no afectar el karma, pero ¡qué fachas!, piensa la ñora mientras inhala y exhala (aprovechando el pedicure para limpiar el quinto chakra).

Sale del spa y se cruza con un grupo de ñoras en pants de terciopelo rosa haciendo Pilates. Frívolas adoradoras del cuerpo físico, piensa desdeñosa mientras las saluda  juntando las palmas e inclinando un poco la cabeza, fingiendo no ver la risita burlona de un par.

Por lo menos alcancé la meditación, piensa llegando una hora tarde al yoga, mientras se acuesta en su tapete verde a juego con su bolsa de yogui. Agradece haber ido al spa cuando ve los pies descuidados de su compañera de al lado, quien parece estar en trance.

El maestro la mira severo esperando que se acomode para iniciar el proceso de relajación.

Inhala amor, alegría, compasión…

«Cierra los ojos. Que cierres los ojos», piensa la ñora apretando sin éxito las pestañas.

… exhala egoísmo, rencor, vanidad…

«Que visualices un hermoso lago, se me olvidó hablarle a mi comadre que llegó de viaje, ¿cuánto le habrá costado? …»

Inhala equilibrio, desapego, paz…

«… que seguro se compró mil cosas la malvada, qué arrugada se veía Clarita, me estoy poniendo morada, tengo que exhalar …»

…exhala envidia, miedo, avaricia…

«…esos pants no eran de marca, el terciopelo me choca, es muy vulgar, ya ¡cállate! ¡Concéntrate! Ommmm….»

Inhala felicidad, voluntad, confianza…

«…uno, dos, tres ¡ay! me dio un calambre, respira, respira ¿qué? perdí la cuenta…»

… exhala ira, sufrimiento, rencor…

Abran los ojos, la meditación ha terminado.

Namasté.

La ñora sale satisfecha de la sesión, sintiéndose relajada, completa y feliz.

Le dura  muy poco el gusto, pues el tapete dejó una mancha indeleble de color verde a lo largo de sus recién estrenados pants de yoga.

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  1. Te a-ñora-mos en la Yoga.

    Toda ñora que se precie debe asistir a clases de Yoga. Ya has probado Reiki, Flores de Bach, Biomagnetismo, Constelaciones, Feng Shui y Hakomi. Ha llegado el momento de contactar cuerpo-mente-espíritu ooommm. Primero tienes que escoger unos mallones que no te queden demasiado embarrados y una camiseta con la que no se te noten mucho las guanguras de los brazos. Te han dicho que es una clase de ejercicio leve, así que llegas optimista, dispuesta a explorar dicha práctica ancestral. El grupo está compuesto por ñoras de la Tercera Edad y piensas que la tienes regalada… tal vez resulte una aburrición. En el calentamiento te haces medio tonta, criticas los pants de la compañera, aquella se peinó y se vino. De repente, la maestra empieza a contorsionarse, crees que le ha dado un calambre o un ataque de epilepsia, pero no, es la postura que hay que hacer. Te agachas lo más que puedes y tus manos sólo alcanzan las rodillas, miras de reojo a la anciana obesa que está a tu lado y que llega con facilidad al piso. La tortura continúa durante más de una hora. Te hacen cacarear, manita de puerco, emitir sonidos extraños… a veces no puedes contener la risa. Al fin llega la relajación y la meditación, pero tu mente vuela de lo sagrado a lo profano y sólo tiene una certeza: no regresarás nunca más. Te han dicho que el curso de la Ciencia del Mago Merlín está excelente.

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